Tres rutas de senderismo señalizadas enlazan unos pueblos con otros y con el sendero de gran recorrido GR-14, que atraviesa la Ribera paralelamente al Duero. El pastoreo, el cultivo tradicional, y el control y aprovechamiento del agua, nos han dejado un patrimonio ancestral que permite que a lo largo de estas tierras podamos pasear por antiguas cañadas y veredas, entrar en numerosos chozos y corrales, observar sus laderas abancaladas o descansar y saciar nuestra sed en las fuentes; todo ello disfrutando de agradables vistas.
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